BUENOS AIRES.- Creer o reventar. La directiva de River trató el jueves en una reunión extraordinaria, el balance económico financiero 2012-2013 con pérdidas de $ 60,5 millones con la polémica "activación" por venta de Manuel Lanzini de $ 33,8 millones y con un pasivo de $ 383,8 millones. Si el último ejercicio de la gestión de Daniel Passarella que la semana que viene debe ser aprobado en asamblea de socios no sufrió una pérdida mayor fue por la maniobra contable de la venta futura de Lanzini al fútbol de Arabia y por la "activación" de otros jugadores -no mencionados- del orden de los $ 15,4 millones.
El balance auditado por la empresa Deloitte arrojó un pasivo que se aproximó a los $ 400 millones y que tiene un crecimiento anual en referencia al anterior de cerca del 30 % por el aumento de gastos en el fútbol profesional entre otros rubros.
Por último, lo que más preocupa a los candidatos a la presidencia de River es que en los primeros tres meses de gestión las nuevas autoridades tienen por cobrar $ 17,2 millones y por pagar $ 172 millones. Un futuro alarmante para los "millonarios". (Télam)